Nuevo libro de Iván Poduje afirma que la élite sí vio venir el estallido… pero que no les importó

Muchos consideran que el estallido social de octubre de 2019 no tuvo líderes, que se trató simplemente de toda la sociedad chilena más oprimida saliendo a las calles a protestar. El autor Iván Poduje no está del todo de acuerdo. En su nueva investigación, que lanzará este martes en su libro Siete Kabezas, identificó a 7 fuerzas como las principales promotoras de las manifestaciones, algunas de las cuales sacaron gran provecho de lo ocurrido para avanzar en sus propias agendas y ganar más poder.

Poduje, quien es un reconocido arquitecto especialista en urbanismo, desde 2012 es docente de la Universidad de Stanford, en su programa Overseas, donde dicta cursos de políticas urbanas y arquitectónicas en la sede Chile, y es miembro del Consejo Nacional de Desarrollo Urbano (CNDU), plantea una teoría sobre el estallido que es diferente a las que ya han sido publicadas en otros textos académicos y filosóficos durante este año.

Según su análisis, todo partió desde los tiempos del Transantiago, siendo ese el primero de muchos hechos que contribuirían a la explosión de las calles, debido a que fue un punto de quiebre que separó irremediablemente a los “dos Santiagos” existentes en la actualidad: el de la élite, aquel Santiago moderno e idealizado donde viven los políticos y empresarios, y el Santiago real, donde habita día a día todo el resto de la población.

“El Transantiago alejó a la gente de los centros urbanos, se demoraban mucho más en viajar porque el sistema estaba mal diseñado. Cuando aumentan los tiempos de viaje en una ciudad tan grande, lo que ocurre es que te alejas. Lo que hizo el Transantiago fue alejar a las periferias”, indica.

Pero eso no es todo: “Además, humilló a las personas, las trató mal por muchos años. Eso generó, creo, una frustración y un enojo muy grande de mucha gente, que paradojalmente fue la que peor la pasó con el estallido, que es la que usa transporte público, la que vive más lejos”.

Y es que el mayor logro de las protestas hasta ahora, de acuerdo al autor, es justamente empeorar la calidad de vida de las personas de clase media, que antes de esto ya eran las más afectadas. A la élite política y económica no les perjudicó en lo absoluto: “Yo llegaba a mi casa en Las Condes y no pasaba nada. Pero ibas a cualquier otra comuna y estaba la embarrada”.

“No afectó en nada a la élite. Al contrario, mucha parte de la élite, en especial la política, lo pasó muy bien con el estallido, igual que la artística. Fue como una cosa mística (para ellos), porque la parte más cruda del estallido la vivieron las personas que se suponen que estallaron por los problemas que venían acumulándose hace mucho tiempo en el territorio, paradojalmente son quienes lo pasaron peor. La gente que se quedó sin Metro, sin supermercados, es mayoritariamente la que peor lo estaba pasando. Por lo tanto, sostenemos que el estallido está idealizado, es una cosa romántica, porque donde ocurrió no vive la élite que lo idealiza”, critica.